No, back to the basics no es el título de una canción de AC/DC, aunque podría. Es una frase que se repite en las empresas tochas cuando se hacen pesadas, grasientas y lentas.
Volvamos a las bases, a lo fundamental, a lo nuclear. Back to the basics.
Hace años un tipo me dijo una frase algo irónica para resumir esta idea de volver a tiempos remotos, puros y prístinos, donde el negocio fluía y todo era gente enchufada y currando alineada, como el equipo de natación sincronizada de Sabadell.
Forward to the basics.
Que vendría a sintetizar la siguiente idea: ¿cómo cóño vas a volver a lo básico, si nunca estuviste allí, JoseJacinto?
Esto me ha venido hoy a la cabeza porque hay una obsesión en las empresas en definir procesos únicos que diferencian a las empresas entre sí.
En mi experiencia, el problema no está en los procesos, está en la ejecución.
Cuando me dediqué hace unos años a definir la experiencia de cliente de empresas B2B, me di cuenta de que el proceso no dice gran cosa.
Por ejemplo, una empresa quiere vender a otra, así que contrata comerciales y los lanza al cliente, el cliente analiza, el comercial da seguimiento, se negocia, el cliente decide, contrata y se firma.
Ya está.
Ni omnicanalidad, ni hostias.
Ni procesos automáticos de scoring, ni funnels, ni landings ni mierdas que acaban en ing.
¿Entonces? ¿Dónde están los problemas?
En el proceso, no.
En cómo se ejecuta el proceso, sí.
Los procesos empresariales no son tan diferentes, al fin y al cabo, todos los profesionales del sector nadan en los mismos caladeros.
La diferencia está en cómo se ejecuta.
Si quieres mejorar algo, busca ahí.
Lo incluimos en el Diario de Substack.
AMO este "niusleter" gracias por decir las cosas como son.