Hoy hablo de ventas apelando a la nostalgia. El video de Contigo no, bicho debe de ser a los milennials lo que a los de la generación X fue Star Wars.
Ambas piezas de contenido tienen elementos comunes innegables: un ritmo trepidante, un héroe carismático y a Chewwaka.
Si no has visto el video, espérate al final que luego te lo pongo.
En fin, te cuento, esta semana me contacta una persona por LinkedIn. Ya sabes que yo a todo el que…
¿Cómo? ¿Que estás hasta los huevos de la historia del mensajito donde pregunto al otro si es un bot?
Ya.
Me repito, pero es que hay gente nueva.
Un poco de comprensión. Por favor.
En fin, que le envío un mensaje graciosete, me responde, todo bien y luego, a bocajarro, me pregunta sobre un software muy caro de estos corporativos.
¿Que si quiero o que si tengo?, respondí yo.
Nah, hubiera sido muy gracioso, pero no.
En fin, a lo que voy, te voy a contar cómo hacer esto mejor en las redes y en la vida.
Para que no te pase como al de contigo no, bicho.
Lo primero, no pasa nada por intentar vender. Al contrario. Imagina que yo estuviera buscando un software muy caro de estos corporativos. La hostia.
Pero no era mi caso ni el del 99% de las personas.
Entonces, pasos a seguir.
Elige a tu público - CEOs, CTOs, CFOs o Head of Movidas, pero gente con pasta y capacidad de decidir.
Rechaza a los que no sean tu público - turistas de la propuesta, gourmets del PowerPoint, tertulianos de la oferta.
Tu objetivo no es cerrar reuniones, es cerrar ventas. Obviamente la venta llega después de las reuniones, pero tu objetivo nunca debe quedarse en al reunión.
Pregunta y calla, pregunta y calla, pregunta y calla.
Y ya estaría.
Ya sabes lo que tienes que hacer, ahora disfruta del video:
Hala, mañana se viene tremendo audio.
En serio, no te lo pierdas.
Algunos son insistentes y si no les respondes, siguen intentando amueblar tu oficina...