¿Conoces los lemmings? No, joder, los simpáticos roedores de las praderas árticas no, los otros.
Una especie de bichos rosa con el pelo verde y una túnica azul que protagonizaban un videojuego noventero en el que tenías que salvar a un número x de criaturitas… a costa de que unos cuantos palmaran para salvar al resto.
Te voy a confesar que me encantaba pillar a todos los bichos, meterlos en un hoyo y hacerlos saltar por los aires.
Claro que así no ganabas la partida.
A lo que voy, hoy parecemos lemmings. Paséate por las calles de una gran ciudad a las 8:00 de la mañana de un día cualquiera: mismo ajetreo, misma ropa, mismo ruido, mismo tráfico, mismo todo.
Somos lemmings.
Así que mi consejo para ti hoy es que no seas como la mayoría porque la mayoría tampoco tiene ni puta idea de nada.
Pero ni idea.
Así que si te dedicas a hacer cosas raras la gente te va a mirar mal, pero no se darán cuenta de que ellos están metidos en una maldita rueda mucho más criminal en la que te quieren atrapar a ti.
Mi consejo del día: sé deliberadamente incómodo.
Practica la disidencia consciente.
Sé mosca cojonera.
Porque ese es el maldito camino para que la gente se pare a escucharte con atención.
Hala, a por el fin de semana.
Venga: 100% de acuerdo!
Toda la razón, lo conversamos con mi marido (a quien le encantó esta joyita de hoy) pero tú lo has dicho mucho más entretenido. Buen fin de semana!