Hoy me apetece cambiar la temática de esta nius. Ayer un suscriptor me dijo que me iban a llover collejas y eso no ha pasado. Quiero pensar que se debe a que los que vociferan en redes sociales en realidad son una minoría ruidosa y que el resto de mortales somos gente que entendemos que el mundo es un lugar complejo donde hay espacio para matices.
A lo que voy, ahondando en el tema de ayer: la polarización que está sufriendo el mundo actual viene tras un periodo de anomalía.
Yo viví la última etapa de la Guerra Fría y en aquel momento no eran raras noticias sobre guerras o movimientos de tropas que podían hacer que uno de los dos bandos pulsara el botón rojo.
Igual no te acuerdas o no lo has vivido, pero hubo varios momentos chunguer: Afganistán (hasta que Rambo lo resolvió todo), algún submarino nuclear perdido, la guerra de las galaxias (la real, no la invent), Chernóbil...
Un día sí, otro también, el mundo parecía que se acababa.
Pues desde el año 99 hasta más o menos 2019 hemos gozado de 20 años de relativa paz y seguridad.
Digo relativa porque en esos años pasaron cositas.
China ha crecido, Europa ha dejado de ser un actor tan relevante en la economía o la política y en EEUU, bueno, en EEUU van camino a una potencial guerra civil en un horizonte no tan lejano si nos creemos las tesis de Peter Turchin.
Rusia ha vuelto a ganar preponderancia mientras decidimos si es sólo un esténtor o la recuperación de un cadáver.
Las guerras no han parado, a ti probablemente te han pillado lejos de casa, pero pásate por África y flipa, amén de tensiones en Corea, Taiwán y de las movidas en Siria, Iraq, Afganistán...
Y, entre medias, las compañías tecnológicas han ganado poder, mucho poder.
Compañías que están, en su mayoría fuera de Europa y de América del Sur.
Pero lo peor es que en estos últimos 20 años se ha profundizado en una visión individualista de la sociedad... porque a alguien le interesa. A alguien le interesa que creas que solo te va a ir mejor que acompañado.
Que tú puedes triunfar y tener éxito independientemente de lo que haga el resto del mundo.
Que si no sucede es porque ni quieres, ni te dejan.
Que hay poderes conspirando contra ti.
Ese es el mundo de hoy.
Un mundo más despiadado con el individuo precisamente por haberlo despojado de la protección del grupo.
Somos casi 8.000 millones de personas y veo más soledad que nunca.
Voy con el aprendizaje: liderar es apostar por el logro de lo colectivo.
Hasta mañana.
Jorge
No molestas, todo lo contrario, sienta bien un recordatorio así de bien presentado. Gracias.
Grande! 👏👏👏👏👏