Antes de nada, un dato personal: llevo tres días escuchando en bucle Chulo de Bad Gyal. Creo que mi estabilidad mental se ha perdido definitivamente.
Ayer publiqué un resumen de esta newsletter en formato video. A ver, un resumen del post con más reacciones de la última semana, para ser exactos.
Verás, Cris Ederra ha reventado LinkedIn con unos videos muy guays donde cuenta su nuevo proyecto profesional. Muy chulos.
Y, claro, como ha quedado tan bien, está a tope con los videos. Videos por aquí, videos por allá... total, que me retó a hacer un videoletter. Newsvideo.
Mira, yo qué sé.
Yo estoy en una fase de la vida en la que pruebo las cosas sin mucho miramiento, creo que tengo la falta de vergüenza de un señor de 80 años, el cuerpo-escombro que me corresponde a mi edad y la espontaneidad de un muchachuelo de 15.
Vaya combinación.
Te lo voy a enseñar para que juzgues tú mismo.
El video.
El cuerpo-escombro, no.
Soy un kamikaze, pero sigo teniendo sentido de la estética y de la ética.
Pero antes de enseñarte el video, la historia sigue.
Como no tengo vergüenza, publiqué también en TikTok. Y lo vio mi hija adolescente, claro. Le dio mucho latxe. O cringe.
Lo de latxe es una evolución de una palabra del euskera que yo utilizaba de chaval, qué cosas, solo que antes decíamos latxa, ha mutado en un viaje de 30 años y 800Km.
Vergüencica, mal rollo, esa sensación le dio mi video a mi hija.
Me empezó a decir cómo tenía que grabar. Lo primero es que tardo mucho en empezar a hablar. Claro, en una red social en la que los videos se catalogan como buenos o malos en 2 segundos, es normal.
Se descojonó del número de reproducciones que llevaba mi video, en el momento en el que te hablo, 1.366.
Le dije que podía conseguir 5.000 reproducciones del video sin despeinarme. Nos jugamos 5 pavazos a que lo conseguía.
A ver, estoy incitando a que mi hija adolescente se lance al mundo de las apuestas, eso está feo. Y te estoy poniendo en un brete.
¿Cuánto tiempo hace que no leías "brete"? ¿Ves como soy un octogenario mental?
Al lío.
Debajo tienes un video. Puedes verlo o ignorarlo. Si me ayudas, mi hija pierde 5 euros, pero aprenderá una gran lección: que no hay nada más potente que una comunidad fiel de gente que te lee cada día.
Cada puto día.
Porque eso es lo que pasa aquí, te regalo un ratito de valor y tú te quedas ahí, le das a like y, de vez en cuando, haces algo que te pido. Cosas pequeñas. Como ver este video. Y, si tienes cuenta de TikTok, darle a like y comentar, claro.
¿Vas a dejar que mi hija piense que su padre es un pringado? ¿En serio?
La elección es tuya.
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Mañana el desenlace.
Esto de las redes sociales..... no es para nosotros. Me ha gustado mucho tu espontaneidad en el video, la misma que cuando escribes. Sigue así.