Tiruriiiiiiiiií-tirurirurí.
¿Cuántos años hace que no te despierta ese sonido un sábado o un domingo? ¿No sabes de lo que hablo? Pues o eres muy joven o siempre has vivido en un barrio bien.
En fin, estos días he recibido muchos correos de suscriptores, fijo que hoy hay mucha gente que me escribe al reconocer el sonido.
Después de esta tontería tremenda, vamos al valor. Las redes sociales serias, como nuestra red favorita, no joder, Tinder no, se han llenado de análisis sesudos sobre lo que está pasando en Mercadona con el ligoteo.
Ya sabes, TinderIn.
Idea para Tinder: pon una foto de perfil sujetando una piña.
Mi reflexión sobre este tema es que no hay reflexión detrás. La gente ve una noticia graciosa y se apunta a comentar, valorar y opinar aunque el tema sea de una estupidez manifiesta que no da ni para una conversación larga con amigos.
Pero ahí están las redes, echando humo sobre si es una buena estrategia de marketing (sic), sobre la gestión de la reputación, sobre...
Mira, hace años un amigo que trabajaba de cara al público, me dio el mejor consejo que me han dado nunca para comportarme como un buen cliente.
Me dijo, cuando vayas a comprar lo que sea, no toques los cojones al que vende.
Porque el que vende es un profesional que está para atenderte, asesorarte y ayudarte.
Y, de vez en cuando viene un listo a pedir cosas que no existen, a decirte que en otro sitio le tratan mejor, a soltar su tontería porque ese día le apetece.
Pues con este tema de Mercadona, igual. A los Head of Movidas de Mercadona este tema se la sopla bastante, fijo que han aumentado ventas aunque esta situación haya generado algunos momentos de tensión y haya habido que desalojar a gente que iba a hacer el gilipollas a las tiendas.
Mi mensaje para esa gente que ha ido a las tiendas es el siguiente: no toques los cojones a los que están allí trabajando.
A ti te parecerá muy gracioso ponerte un disfraz de piña y subirte a un carrito, pero a los trabajadores, aunque se les pueda escapar una risilla, le toca bastante la puchaina.
Porque son ellos en persona los que tienen que hacerse cargo de la tontería de unos chavales que se creen que eso es la risa.
Esta idea vale para todo.
Respeta a la gente a la que le vas a comprar y el mundo será un poquito mejor. No, el cliente no por qué tener razón y menos cuando se trata de hacer el imbécil en un centro comercial.
Y este es el único análisis que debería hacerse de todo este asunto y estos dos minutos son el tiempo que se merece este tema.
Fin.
Hala, feliz domingo para los trabajadores de Mercadona, que hoy libran.
Y si en vez de molestarles les hace gracia? Es una gracia que pronto pasará y al menos salen de su rutina