Lo sé, el librito sobre cómo enfrentar un proceso de cambio profesional va con retraso. No es lo único que te debo, a un selecto grupo de fieles les debo un audio que además ya está grabado, hace eones.
Te diría que me están pasando cosas pero…
Estoy replanteándome cómo enfocar esto de la nius. Porque, mira, es divertido llegar aquí y soltarte mis metáforas ácidas y afiladas, alguna perlita que te hace sonreír, mentar a Leticia Sabater y que me devuelvas un guiño mental diciendo “lo ha vuelto a hacer”.
Todo eso está bien.
Pero yo no estoy montando esto para que me quieras.
Estoy montando esto para, en algún momento del futuro, empezar a rentabilizar el esfuerzo.
Porque cuando hago esto, dejo de hacer otras cosas.
Y, sí, esto es una gimnasia mental estupenda para mantenerte en una edad donde la capacidad intelectual empieza a resentirse y ya no te acuerdas del actor ese que sale en la peli de Spiderman, sí, ese al que a cada aparición le salen más arrugas y que tiene cara de malo sin maquillaje ni nada, aaaaaaiiiins, el de Pobres Criaturas.
Pero practicar gimnasia mental antes de zambullirte en tu propia piscina, intuyo que es mejor.
El problema es que todavía no tengo un plan definido y contarte esto, pues más allá de un pequeño desahogo, no tiene mucho sentido.
Igual que tú necesitas un plan para salir de Mordor y encontrar un nuevo paraíso corporativo donde tu habilidad para tronchar orcos se pueda transformar en algo más productivo como, qué sé yo, construir moradas a hobbits, yo necesito mi propio plan.
Por si no eres de metáforas: te estoy avisando.
Retomo lo del lanzamiento del librito ese. Quiero mejorarlo, porque lo que te pasé en su momento eran ideas que necesitan algo más de trabajo.
Y quiero rentabilizarlo haciendo que esta lista explote.
Consejo de hoy: crea un plan.
Crea un puto plan.
Plan, plan, plan.
Jorge, hemos aprovechado una nota tuya, espero que te parezca bien:
https://columnas.substack.com/p/substacks-que-desaparecen-substack
Willem Dafoe dices?